En el programa Nº 19 de SOY COMO CONOZCO del ciclo CÁTEDRA ABIERTA, se analizó la religión desde el punto de vista de la semiótica ontológica. En esa línea, se explicó que la religiosidad tiene una base biológica pues el cerebro humano cumple la función de correlacionador de representaciones visuales y lingüísticas, es conservador por permitir la reformulación de “atractores mnemónicos reciclados” y es provocador o inhibidor de acciones, por ejemplo manifiesto en los rituales.
De esta manera, se afirmó en el programa que “el discurso religioso es el reciclado (aprovechamiento de atractores mnemónicos en términos de Juan Ángel Magariños de Morentín) de mito, leyendas y representaciones que previamente ya estuvieron vigentes sobre todo para las religiones monoteístas en el mundo oriental”.
En cuanto a su vinculación al arte, entendida ésta como una metodología cognitiva de construcción semiótica, los artistas entre apóstatas y fundamentalistas del discurso religioso, se los entiende como “constructores de documentos, monumentos y ‘obras maestras’ de la credibilidad”, en sus expresiones literarias, esculturales, musicales, de danzas, pinturas y arquitecturas.
