La Dra. Malka Manestar, abogada y docente de la Lic. en Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Jujuy, habló en UNJu Radio 92.9 sobre el proceso que culminó con la promulgación del voto femenino en nuestro país.

El derecho de las mujeres a votar y a ser elegidas cumple 75 años y si bien la promulgación de esa ley del 23 de septiembre de 1947 abrió el camino para otras conquistas, la paridad de género en el terreno político sigue mostrando déficits, demoras y resistencias en el acceso de las mujeres a lugares de poder o de máxima jerarquía.

En este marco la Dra. Manestar manifestó: “el reconocimiento de los derechos políticos implica en las mujeres la posibilidad elegir y ser elegidas ya que previamente en 1912, la Ley Sáenz Peña reconoce el voto universal, secreto y obligatorio dejando excluido al colectivo femenino de la población. Pese a ello, la llegada del peronismo, la militancia y el compromiso de Eva Perón con los derechos de las mujeres fue fundamental al permitir ampliar la ciudadanía y constituyendo la esencia de las personas teniendo en cuenta que se trata de derechos humanos”.

Asimismo agregó: “ya en 1911 votaba la primer mujer, previa sanción de la ley Sáenz Peña. No obstante se deben reconocer las brechas y disparidades aún existentes en la actividad política, teniendo en cuenta la división sexual del trabajo que las relega al ámbito doméstico. Además recientemente en Argentina se sancionó la ley de paridad de género en la política como un paso importante para garantizar la representación paritaria de varones y mujeres en los ámbitos legislativos”. 

En cuanto a la democracia en el país, fueron muchos los hitos que fueron construyéndola. Por lo que a partir del sufragio femenino nacieron los derechos políticos de las mujeres que estaban anulados sin ningún tipo de representación ni elección. “Hay millones de casos como el reciente intento de magnicidio de la vicepresidenta Cristina Fernández en donde se reproduce la violencia política que muchas veces se encuentra invisibilizada. Por ende la lucha de paridad de género se extiende en otros ámbitos, es decir diversos sectores más allá del político, con el propósito de garantizar una sociedad más justa e igualitaria concluyó.