Mónica Pantoja es cantora y docente, enseña matemáticas en el quinto grado de la Escuela N°564 (ex Néstor Kirchner) y da clases particulares porque “en este momento político y social a nadie le alcanza el sueldo y tiene que buscar otras opciones para subsistir”, además es madre, ama de casa y recientemente abuela, “una alegría muy grande dentro de todo lo oscuro que se ve en la realidad social”.

Acerca de este momento contemplativo asegura que “tiene que ver con el proceso que toda persona tiene a lo largo de la vida, quizás al principio de mi carrera no era conciente de lo valioso que es estar conectada al arte. Uno tiene que andar mucho para darse cuenta de esta herramienta de llegada a mucha gente”.

Mónica recuerda con cariño a su maestro de escuela Fortunato Ramos: “él marcó mucho mi etapa de escuela primaria. Nos incentivaba a través de la música. Nos decía que el traía el acordeón e ibamos a cantar y bailar solo si cumplíamos con nuestra tarea. Entonces para nosotros era como que hoy le digas a un niño que lo vas a llevar a Disney”.

“También la maestra de música me hacía volar, me hacía imaginar cosas muy bonitas las cuáles han sido motivaciones para mí en cuanto a la música” y sumado a eso, la motivación que siempre tuvo en casa. La cantora cuenta que su papá, empleado, siempre guardaba un poqo de plata para comprar un disco de vinilo. “Todos los meses compraba uno de distinto género. Así que en casa escuchábamos desde folklore tradicional local hasta los Beatles”, dijo. Y ponderó: “sin saberlo mis padres nos han enseñado a respetar todo tipo de música y a respetar esa diversidad musical”.