Se trata de la Empresa Titaves S.R.L. que desde hace poco más de media década trabaja en San Salvador de Jujuy en el campo del desarrollo de software vinculado a la Salud. Uno de sus últimos desarrollos es la aplicación “Mi Turno” que ya se encuentra disponible para descargar de manera gratuita en Playstore y desde su página oficial en www.titaves.com.ar. La misma cuenta con alrededor de mil ochocientos (1800) usuarios y ciento treinta (130) médicos de distintas especialidades, y buscan extenderse en principio a toda la provincia y luego al país.

Entre graduados y estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la UNJu, conforman el equipo de “Titaves Informática”: Francisco Javier Sequeira (Analista en Sistemas), Daniel Alejandro Quispe (Ingeniero Informático), Laura Quispe (Analista Programadora Universitaria), Matías Quispe (Analista Programador Universitario), Ángel Roberto Valdez (Analista Programador Universitario y estudiante de Ingeniería en Informática), Raquel Velázquez (Estudiante de Ingeniería Informática). Entre sus objetivos buscan “poder ser una empresa referente, primero en la provincia y después también en el país en todo lo que tenga que ver en software médico porque es a lo que nos dedicamos, es en lo que más tenemos experiencia”, afirmaron. Actualmente, tienen sus oficinas en el Sanatario “El Rosario” de San Salvador de Jujuy, el cual es uno de sus clientes donde prestan servicios informáticos y realizan tareas de mantenimiento, “todos abarcamos el desarrollo el Sistema de Administración del Sanatorio así como también el sistema de ‘Mi turno’”, y aclararon que “acá tenemos la oficina y nos dedicamos al mantenimiento del Sistema Sanatorial pero somos una SRL aparte, y por eso podemos brindar servicio a otras instituciones”.

Al referirse a sus inicios recordaron que “principalmente, cuando empezamos con el Sistema Sanatorial fuimos necesitando de más gente porque el Sistema Sanatorial que tenemos es muy grande y fuimos viendo la necesidad de Sistemas para Policonsultorios, de Sistemas para Laboratorios de Análisis Clínicos, de hacer una Cartelera, fuimos viendo de que habían mucha demanda en el sector de la Salud, y como ya nos veníamos conociendo, y los chicos se fueron conociendo de la Facultad, fuimos haciendo el staff más grande” indicaron.

La aplicación “Mi Turno”

En cuanto al desarrollo de la aplicación denominada “Mi Turno”, la misma consiste en una guía de médicos locales con la posibilidad de solicitar turnos on line para los usuarios. “Como teníamos mucha experiencia en Salud porque trabajamos con software como servicio, con los médicos que son clientes nuestros surgió la necesidad de que se conozcan sus servicios, permitiéndoles contar con una agenda”, según lo hicieron saber; a la vez, explicaron que la aplicación nació también “más que nada para darle una solución al paciente, para darle la facilidad de sacar turno y que no esté esperando horas y haciendo cola sin saber qué médicos hay, porque por ejemplo, si necesitás un traumatólogo saber a qué traumatólogo vas a concurrir, y en ello la aplicación cuenta con una lista de profesionales según el rubro que se requiera”.

Por otro lado, los jóvenes empresarios de la empresa “Titaves” dijeron que “desde que arrancamos a hacer las primeras versiones pensamos en abarcar a toda la provincia e incluso a todo el país porque el modelo de dato está hecho para todo el país, y está contemplado para el sector público ya que por nuestra experiencia en sanatorios sabemos cómo funcionan las atenciones, cómo es el proceso de gestión, que si bien varía entre lo privado y lo público pero que en la aplicación llegamos a contemplarlo”. Sin embargo, consideraron que “eso depende de la Administración del sector público porque nosotros tenemos la invitación hecha para todo el sector privado de todas las localidades como para el sector público”. Y remarcaron que “la aplicación está abierta para todo el mundo, es para quienes tienen obra social y para quienes no la tienen también”. Actualmente, “Mi Turno” cuenta con alrededor de 1800 usuarios y 130 médicos.
Fuente: Romina Salvador. Facultad de Ingeniería UNJu