Francia es un justo campeón. Un equipo extraordinario. joven y con mucha personalidad. Que sabe meter los goles o los encuentra en el momento justo. También sabe cerrar los partidos. Con un promedio de edad de 26 años, que sí continúa a este nivel, está llamado a ser el dominador del fútbol mundial por un tiempo largo.

El seleccionado francés jugó la final como jugó casi todo el campeonato y lo ganó de punta a punta, es más que obvio que el partido frente a Argentina hizo un quiebre importante y se demostraron a ellos mismos que podían jugar al máximo de su potencial.

Fue dominador del partido aunque el empuje croata lo hizo tambalear en defensa por momentos pero en un mundial donde la potencia y la estrategia se impuso sobre cualquier otra cosa, el equipo francés terminó apoyado en las corridas de Mbappe, en el liderazgo de Griezmann y en la pegada de Pogba.

El primer tiempo fue emocionante pero un poco chato en lo futbolístico. Francia encontró el gol luego de haberla pasado mal frente a Croacia en los primero minutos. Griezmann cobró una falta, que fue considerada por muchos dudosa pero falta al fin, y encontró la cabeza de Mandzukic a los 18 minutos. Pero el partido no cambió mucho y ante la debilidad defensiva aérea de los franceses Perisic empató el partido.

Francia hacia pie en la primera parte y Pitana recurrió al VAR para cobrar un penal que sin la tecnología no hubiera sido tenido en cuenta. Griezmann puso toda su personalidad y dejo a Francia arriba en el marcador para irse al descanso 2 a 1.

En el segundo tiempo, apareció el juego francés en toda su dimensión. En una ráfaga de seis minutos, Pogba y Mbappe sentenciaron la historia y Croacia no se levantó más. Para el complemento sólo quedaba el error de Lloris que perdió ante la presión de Mandzukic que anotó un gol que adornaba el resultado y hacia que la derrota de Croacia sea más digna.

Francia cerró el partido, tuvo la pelota cuando quiso y salía de contraataque. El partido terminó y se desató la fiesta francesa. El equipo de Deschamps es un campeón extraordinario y si todo le sale bien, va a dominar el fútbol mundial por varios años. Además, hay que reconocer que en 20 años, el seleccionado francés jugó tres finales del mundo de seis posibles. Ganó dos mundiales. Aunque sea por la estadística, Francia ya debe ser colocada entre una de las potencias mundiales del fútbol.