Fue lo explicado por Raúl Enrique LLobeta, Doctor en Antropología y Contador Público Nacional, quien dialogó acerca del fenómeno de la inflación y la suba del dólar en el décimo octavo programa de “Cátedra Abierta” transmitido por la 92.9 Radio Universidad con la conducción de Héctor Espinosa y Selene Flores.

La inflación es el proceso económico provocado por el desequilibrio existente entre la producción y la demanda. Causa una suba continua en los precios de la mayor parte de los productos y servicios provocando la pérdida del valor del dinero. La única posibilidad para que reduzca la inflación, propuesta por los economistas liberales que están gobernando actualmente nuestro país, sería quedarnos sin dinero. Ellos consideran que si los ingresos de los trabajadores no aumentan tampoco lo harán los precios: “la recesión detiene la inflación porque la gente no tiene plata para gastar” ilustró el economista. El problema está en que los sueldos no suben pero los productos y servicios lo siguen haciendo.

Normalmente cada vez que el precio del dólar sube, solamente aumenta el precio de aquellos productos que un país importa desde el exterior. Sin embargo en Argentina, debido a la cultura inflacionaria que tenemos, el efecto que produce la suba del dólar repercute inmediatamente en el alza de toda la economía nacional. “Se disparan automáticamente los precios de los productos del supermercado, los servicios básicos como la luz, el agua, el gas y el cable, el combustible, el transporte, entre otros” ejemplificó el Contador.

Para el cierre del programa, el invitado describió a grandes rasgos el contenido de la cátedra de Economía Alimentaria de la cual es responsable en la Facultad de Ciencias Agrarias. Entre los diversos temas dentro de la asignatura, el docente dijo que abordan el cálculo de la relación entre la población mundial y el consumo de calorías necesarias para una buena alimentación diaria. “De los 7 mil millones de habitantes del planeta, existen mil millones que están comiendo menos de las 2500 calorías necesarias por día y otros mil millones que padecen de alguna enfermedad producto de los diferentes grados de obesidad.  Asimismo se calcula que de toda la comida que se produce en el mundo, se desperdicia alrededor de un 40%” comentó el entrevistado.